La historia de Robin Li: un pionero en la tecnología digital
Abandonar tu patria para perfeccionar tus estudios y volver a contribuir a uno de esos imperios que generan millones de dólares no es una tarea sencilla. Es como una aventura épica, pero hay personas que lo logran. Un claro ejemplo de esto es Robin Li, quien dejó atrás su tierra natal, volvió a su país y creó una de las herramientas más utilizadas por sus compatriotas.
Robin Li nació en 1968 en Yangquan, China. Hijo de trabajadores de fábrica, desde joven mostró interés por la tecnología. Se graduó en gestión de información en la Universidad de Pekín y, en busca de más conocimientos, emigró a Estados Unidos para hacer un máster en ciencias de la computación en 1994.
Durante su tiempo en Estados Unidos, trabajó en IDD Information Services, una empresa de Dow Jones. Allí, se sumó al equipo que desarrolló la versión web del Wall Street Journal, un logro importante en su carrera. Sin embargo, su mayor invento en esos años fue RankDex, un sistema que clasificaba páginas web, algo que le permitió obtener una patente antes que Google. Esto lo posicionó como un innovador en el ámbito de las tecnologías de búsqueda.
En el año 2000, Robin decidió regresar a China, donde cofundó Baidu, una plataforma que hoy en día controla el 76% de las búsquedas en chino. Con miles de millones de visitas al mes, Baidu no solo es un motor de búsqueda, sino que también compite con Google y ofrece diversos servicios digitales a los usuarios en el país. En 2005, la empresa salió a bolsa, consiguiendo una inyección significativa de capital. En 2007, se convirtió en la primera compañía china en formar parte del NASDAQ-100, un índice que incluye a las empresas tecnológicas más prominentes.
Con el tiempo, Robin Li no solo amplió Baidu hacia la inteligencia artificial, sino que también lanzó iQIYI, un servicio de streaming que funciona al estilo de Netflix, ofreciendo una amplia variedad de contenido para los usuarios chinos.
Uno de los aspectos más llamativos de la historia de Robin es su patrimonio. En septiembre de 2025, se estima que su fortuna asciende a 10 mil millones de dólares, gracias a su participación del 20% en Baidu, que genera más de 16 mil millones en ingresos anuales. Su esposa, Melissa Ma, también tiene un 5% de las acciones, sumando más de 7 millones bajo su control.
Además de su éxito financiero, Robin Li destina su riqueza a la educación y la tecnología. Desde 2014, preside un grupo de la ONU que trabaja con datos para el desarrollo sostenible, impulsando políticas abiertas y equitativas. También forma parte de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino y del consejo de New Oriental, una compañía educativa líder en clases de inglés. Todo esto demuestra que, aunque su camino no fue fácil, la dedicación y la pasión pueden llevar a un impacto significativo, tanto en su país como en el mundo.